EN ESTA EDICION TAMBIEN SE PUBLICA UN DOSSIER EXTRA DEDICADO A LAURENT FERLINGHETTI Y UNA SEPARATA DEL TEXTO INEDITO DEL POETA EDITOR ANGEL IZQUIERDO DUCLOS TITULADA DOS MAS , CON CARACTER DE SUMA EXCLUSIVIDAD.
Por Milagros Sefair (escritora argentina)
Has que sea corto, breve. Has que sea enérgico…
Si aún estuviera vivo cumpliría el próximo 12 de Marzo, 90 años pero su perfil vertiginoso presagiaba una vida intensa y breve tal como aleteo de mariposa. Jack Kerouac nació en 1922 en el seno de un hogar francocanadiense. Al abrir los ojos sus dos hermanitos mayores, Carol y Gerard le estaban dando la bienvenida. Temprana infancia se desarrollo sin prisa entre risas y jardines prolijos hasta que en 1926 una sombra oscureció su feliz pasar posando su brazo frío sobre la salud de su hermano. La fiebre reumática se instaló en el cuerpecito del pequeño Gerard arrancándolo hacia las entrañas de la tierra ese mismo verano. Aquel drama familiar sumió a Jack en un retraimiento por momentos místico. Se había acercado a la religión durante la convalecencia de su fraterno compañero rodeándolo con estampitas de santos cuado éste dormía. El día del fallecimiento sus padres se sorprendieron por la actitud optimista de su hijo menor dado que se mostró alegre al interpretar la partida “al cielo” del niño como una liberación del dolor. Luego de la trágica pérdida sus progenitores se ahogaron en tristeza.
Y yo apoyándome en el farol sollozando
ojos,
ojos,
nadie sabe que lloro
o no se preocupan de nada
pero ¡Oh! vi a mi padre
y la madre de mi abuela
y las largas filas de sillas
y lágrimas sentadas y muertas,
¡Ay de mí!, sé Dios que
tenías planes mejores que ése
En 1930 su entorno se volvió más tenebroso aun con la Gran Depresión y la Caída de la Bolsa de Nueva York. La familia debió mudarse varias veces y el pequeño Jack cambiaba de barrios y colegios en forma constante. Ante un aire denso que lo circundaba su mirada se extraviaba detrás de la ventana de su dormitorio en horas interminable contemplación. Su otra abertura a liberarse serían libros maniáticamente devorados por este personaje hambriento del saber y la fantasía.
Un compañero nuevo en la primaria lo incentivo a escribir sus propias historias, se llamaba Sebastián Sampas.
Vaivenes de una economía inestable, la inundación que en el 1936 dejó la imprenta familiar bajo el agua y el desestímulo de sus padres no pudieron sosegar su impulso frenético por la literatura. La maquina de escribir se convirtió en una nave que con rítmico tipeo lo transportaba a una realidad mucho más tangible que la que lo rodeaba. A pesar de su introspección, la inteligencia y su habilidad en los deportes lo absolvió de eventuales burlas de adolescentes en tiempos de secundaría. Entre colegios religiosos, las experiencias de cercanía con la muerte y el tabú del sexo signaron su vida y sus escritos en su primera etapa.
Al graduarse viajó becado a Nueva York para estudiar en la preparatoria. Comenzó a frecuentar Times Square y en los bajos fondos conoció el Jazz, la marihuana y las prostitutas. Eran tiempos de Parker y Gillespie. La vida bohemia lo arrastro hacia otras latitudes y sueños. Abandonó sus estudios y decidiéndose tirarse de cabeza al oficio de escritor amasa la idea de emprender los primeros trechos de deambulante aventurero imitando a los vagabundos de la Gran Depresión. Cuando Estados Unidos entra en guerra se alista viendo la posibilidad de conocer otros lugares que lo inviten a vivir enriquecedoras experiencias. Ve el mundo como una larga e interminable poesía que merece ser plasmada en rollos de papel. Su compromiso en la milicia dejo mucho de que hablar, pero le aportó infinidad de vivencias dignas de ser contadas. Así se asume como escritor compulsivo, en su bolsillo llevará siempre una libreta espiralada y un lapicero. De todo lo que ve tomará nota. Corrían los años 1941 cuando gracias a los traslados en buque de Marina desembarca en Europa para regresar a Nueva York y comenzar su impulsiva carrera conociendo a dos entrañables amigos que lo acompañarán a lo largo de sus aventuras Allen Ginsberg y William Burroughs. El 22 de Agosto de 1944 se casó con Edie Parker, una estudiante de arte que había conocido años atrás.
Tienen que encontrarme donde encuentran las vendas de mi…
Su primer novela, “And the Hippos were Boiled in thier thanks” nunca llegó a publicarse fue escrita en comunión con William Burroughs basadas en la experiencia de su amigo en común Carr quien se encontraba preso por asesinato..
Al reconciliarse con su padre antes que este muriera de un cáncer d estómago, le pidió que cuide a su madre, compromiso que tomo enserio toda su vida. Pero sumido en un vacío comenzó a consumir benzedrina, droga que lo mantenía alerta e inapetente. Bajo los efectos del beneplácito narcótico tipea incansable “The town on the City”.
En 1944 se muda a vivir con Edie al departamento que Jean Vollmer Adams poseía en el Oeste de nueva York, donde luego se mudaron también los principales integrantes que conformarían la llamada Generación Beat. Allí convivían con jóvenes que unificaron pensamientos de inconformismo y desesperanza., mientras que en Estados Unidos el grueso de la población subsistía como si las guerras nunca hubieran existido, abandonados al consumismo y a la superficialidad, la cofradía de aquel reducto humano había perdido entrañables amigos y hermanos en una contienda bélica sin sentido..
En 1946 conoce a Neal Cassady quien sería l compañero de ruta precursora de uno de sus libros más importantes “En el camino”. En esta fascínate novela escrita en solo tres semanas describiría las travesías y aventuras vividas con su loco compañero.
En los años 50 un grupo de escritores cambiaron el curso de la novela norteamericana inspirados en Pound, Scott Fitzgerald y Hamingway, la llamada Generación Perdida. Entre bandas de jazz Jack experimentó formas de narración poco convencionales. Diría en un análisis constructivo que determino su estilo: “Los negros soplan fuerte el instrumento con aire desganado”. Su consigna era la de escribir en el mismo lenguaje que la gente hablaba.
Una noche lluviosa del mes de Julio del 47 se lanzó a la ruta en busca de Neal. “Estaba a medio camino entre este de mi juventud y el oeste de mi futuro”. Así anunciaba “En el camino” en una original manera de comunicar su edad de escasa importancia para un hombre que vive en precipitado abismo.
Su primer publicación “The town on the City” fu editada n 1950 por Harcaurt Brace. El anticipo de mil dólares se lo regalo a Mémere, su madre por todos los años que lo había mantenido.
Devuelta en Nueva York el aislamiento lo inspira para escribir “Tristessa”.
Soplando las frases como Parker, desde la nueva casa de su madre en Denver se lanza a escribir “On the road”. Fumándose dos o tres cigarrillos de marihuana uno tras otro comienza la noche cuando la ciudad queda dormida y no deja de golpetear las teclas de su maquina hasta caer exhausto. Lo disgustaba tener que frenar su inspiración porque se le había acabado la hoja, cuentan sus amigos que se consiguió rollos de papel continuo para no tener motivo para interrumpir su carrera desenfrenada de palabras.
Ovacionado y rechazado por editoriales y círculos literarios. Tuvo infinidad de mujeres, Luego de que su segunda mujer Joan Haverty lo abandonó harta de tener que mantenerlo lo llama para comunicarle esta que estaba embarazada, él negó la paternidad huyendo lo más lejos que le fue posible.
El alcohol fue su nuevo compañero en la soledad y refugio de frustración. Volviendo al ceno materno en busca de protección y consuelo, escribe “Maggie Cassidy” basada en su primer amor y ambientada en los años 30.
Algo repuesto se lanza nuevamente al camino para luego recopilar sus experiencias en “Lonesome Traveler”. Del mundo under y su breve e intensa relación con Mardou Fox surge “Los subterráneos”. Escribía entre esas líneas: “Esa mujer con la cual yo trataba de tener algo, como si no hubiera padecido ya suficientes dolores de cabeza, como si otros amoríos anteriores no me hubiesen enseñado su mensaje de dolor. Seguía buscando, buscando la vida…”
Si bien esa historia de amor duró apenas un mes, la ruptura lo sumió en una depresión y resentimiento que lo arrastro mas a los narcóticos ampliando su espectro de adicciones. Al tiempo junto con Allen Ginsberg desarrollo un interés por el budismo, su enojo se convirtió en resignación al tornar su visión hacia el lema oriental en la cual “todo es sufrimiento”. Cansado del ruido y vacío reinante en derredor, se recluyó en un hotel donde escribió los 80 poemas que compusieron el “Blues de San Francisco”.
…Esta linda y Blanca ciudad
No estará disponible
Mucho tiempo par mí
vi. el cielo moverse.
Dijo “Este es el fin”…
Soy hijo de mi madre & mi madre es el universo…
Volvió al vientre-hogar materno a donde acudía en sistemático ritmo cuando se sentía expulsado y harto. Desde allí escribió su novela se ciencia ficción “City, City, City” sobre una ciudad futurista controlada por la informatización.
En 1954 con flebitis crónica y alcoholismo vuelve a su ciudad natal en busca de su novia de la adolescencia. Al sentirse rechazado por ésta su adicción aumenta. En tanto Jean a quien había abandonado embarazada lo demandaba por la manutención de su hija. Se escapa a México desde donde escribe “México City Blues”.
Corrían los años 56 cuando escribe “Las máximas de la prosa moderna “una formula de 30 ingredientes o consejos para escribir una prosa original.
Las declamaciones en las calles ganan terreno y se convierten en moderna forma de darse a conocer. De la urbe se traslada a la montaña y en el alpinismo descubre la meditación y el gusto por la naturaleza. Con un guía y dos mulas escala el Pico de la desolación, allí se queda sesenta días y escribe “Los vagabundos del Dharma”.
“On the road” se publicó recién en 1957 luego de una penosa espera fumándose su autor en angustiosas ansiedades. Fue rotundo éxito y se agotó en un abrir y cerrar de ojos. Algunos críticos anunciaron: la obra sería el testamento de la Generación Beat, otros no escatimaron desdén acusándola de apología a la amoralidad. Mientras su autor respondía a los ataques diciendo “¡… muy errados están los que piensan que la generación Beat significa crimen, amoralidad y delincuencia! ¡Pobres los que nos atacan porque no comprenden la historia y las aspiraciones del alma!
Encontrarás su cadáver azul en una edición sombreada de verde …
Por el año 1961 su fama y sus adicciones llegaron a la cúspide. Infinidad de revistas publicaban sus poemas y sus libros eran traducidos a veinte idiomas. Las críticas generaban interesantes debates mientras su salud se quebrantaba día a día por los excesos a los que se sometía con férrea voluntad. Allen Ginsberg le presenta al Dr. Timothy Leary quien le administraría la nueva droga psicodélica descubierta en su laboratorio universitario, el LSD.
En 1962 en “Big Sur” cuanta los trastornos que le produjeron la fama y su incapacidad para soportar el éxito, en estos escritos habla también de su propio hundimiento: “Voy a esperar a que la muerte me llegue, pacientemente. Estoy buscando la salida lenta”.
Aun con una vida incomprendida por su entorno inmediato, su obra ha inspirado a artistas de gran renombre que cambiaron el giro del pensamiento de varias generaciones, así lo afirmaron: Bob Dylan, Janis Joplin, David Bowie y Beatles. En la misma época no viendo el reconocimiento de sus contemporáneos como premio a su trayectoria se queja de ser el escritor más importante que no ha recibido galardón alguno. Más tarde en sus últimas reflexiones diría: Un verdadero escritor tiene que ser un observador y no andar por ahí siendo observado.
Con salud abatida y espíritu desganado muere en soledad un 21 de Octubre de 1969 luego de que le realizaran 26 transfusiones de sangre para salvarle la vida. Serenamente se desintegra hundido en el sillón de su sala frente al televisora la espera de enfrentarse cara a cara con Dios.
“Un día estarás tumbado
allí en un delicioso trance
y de pronto una caliente
brocha enjabonada te será
aplicada en la cara
—lo tomarás a mal
—un día el
empleado de la funeraria te afeitará…” J Kerouac
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