lunes, 1 de marzo de 2010

ENTREVISTA A CRONWEL PIERRE CASTILLO CABREJOS










































































GRUPO LITERARIO SIGNOS
TEXTOS DEL POEMARIO COLECTIVO
“DEMOLICIÓN DE LOS REINOS”


JOSÉ ABAD ASCURRA
De LOS ÚLTIMOS DÍAS DE CAÍN


6

Sobre un muro de piedras
mi cuerpo fue expuesto a las aves de rapiña.
Mis ojos, aún abiertos,
veían en las nubes extravagantes formas de piedad.
Pero no en las miradas de los hombres
que escupían sobre mí,
ni en el corazón de las mujeres
que maldecían mi existencia.

Mucho tiempo pasé en la intemperie
sin que mi cuerpo se corrompa.
En noches de luna la gente hacía fiestas paganas
y bebían hasta quedar dormidos
bajo ese cielo que me ignoraba.
Ningún perro se acercó a devorar mis entrañas.
Ningún niño me alcanzó agua cuando la sed crecía
hasta ahogarme. Maldije la profecía
que ahora se cumplía implacable.
Poco después, cuando sobre mí erigieron una estatua,
en el rojo resplandor del horizonte impío
vi crecer una bandera.
Aún tuve fuerza para ver la sangre de los sacrílegos.
Oh, demonios, oh ángeles perversos.
Su justicia divina había tardado,
pero al fin llegaba a redimirme.


12

La oscuridad ha crecido hasta ser parte de mi cuerpo
y en mi caparazón han nacido musgos.
Mi alimento es el recuerdo.
Pero este alimento cotidiano ha convertido
mis entrañas en peces muertos.
Todo cuanto tocaron mis manos fue un inútil tintero
para un poema jamás escrito.
Anhelé desesperadamente toda forma de muerte,
pero el ángel de rostro blanco despreciaba mi fuga.
Habitando ciudades sombrías,
he buscado un puerto donde dejar caer mis alas torpes.
No he logrado pactar ninguna tregua.
No he logrado saciar a los demonios
que me consumen diariamente.

Ah, si tan solo la determinación de abrir la puerta bastara.
8
Esa vida de la que hablan en el infierno,
entre sí los muertos, los alucinados, los absurdos,
los orgullosos sonámbulos disputando con sangre
una certeza alucinante.
Leopoldo María Panero

Fantasma, tú que conoces el silencio de la sombra y también
su música mortuoria, ven a decirme si mi canto puede batir
las alas de sus cuerpos inertes. Ven a contarme sus largas
pesadillas y sus deseos frustrados por la luz. Háblales de
mí a los desposeídos porque he llegado a redimirlos de la
infamia. Tú, que has escuchado, indolente, el llanto sideral
de sus vástagos. Tú, que has permanecido de pie ante el viejo
escarnio del poder, condúceme a través de ese largo pasadizo
que me lleva a tu reino, para que yo pueda vivir en carne
propia ese dolor, que solo a ti, fantasma, te pertenece.


CROMWELL CASTILLO CABREJOS
De ¿DÓNDE ACASO ES CAMINO?

Hábitat

Tu cuerpo
es ese tugurio donde vivo y reconstruyo mi venganza:

Cosa fugitiva,
hueco sin infancia donde entierro mi irreparable afecto,
magia monótona hasta llegar a vestirse, tumba imposible,
corazón sin dónde.

Ahí he vuelto a escribirte.
Sin duda he mejorado mucho:

Estoy al borde de una locura incendiaria.

Pese a todo,
también ahí tengo un lecho donde hacer reposar
mis últimas preguntas,
donde puedo desangrar rabiosamente

y sonreír el instante en que se cierra la puerta.


Aprendizaje

Cuando nuestro silencio cese
otro aire denso gobernará tu garganta.

Esta es una estación de días muertos.

Por eso búscate,
mira el vacío,
alisa tus alas y despliégate:
Algún día también aprenderás a volar como yo,
Mosca Doméstica.

Identidad

Ser yo
es mi único pretexto
y mi mayor vulgaridad:

No te quedes conmigo.


Canto inútil
La ostentación del silencio
es secreta colisión en el abismo.

No es buscarse en otra carne con desprecio,
o escribir poemas
para burlar la danza elástica del ojo ciego,
o sentarse de noche en un parque a esperar el sol
lo que justifica la parca orilla.

No.

Nunca es suficiente
confiar en que caiga la última bomba una tarde
y abrazar con hielo el calor de las sombras.

Ah, el miedo nocturno y la revelación
estacionaria.

¿Qué entonces el silencio?
¿A quién el canto?
¿Qué es quién?


Negación

La respuesta está en ti mismo:
Mejor no preguntes.


RONALD CALLE CÓRDOVA
De ABANDONO DEL HASTÍO


XIX

Has desgarrado mis días
en esta gigantesca sabana,
felina salvaje.
Es mejor regocijarte
bajo la luz de tu misterio
o a la sombra
de mi dedo que te acusa.



XXII

Alguien pidió prisa en esta línea.
Dígame usted ahora
para qué apresurar la vida.
Apenas hemos tocado el suelo y hemos llegado tarde.

La prisa jamás determina cuánto dura un beso.


XXIII

Es verdad,
has obviado alguna vez el amor
y te has marchado neciamente
sin importarte los ojos
que te decían adiós desde una ranura,
desde una vieja ventana.

Has conocido al fin el costo del silencio.


CÉSAR BOYD BRENIS
De PERSISTENCIA DEL ALARIDO


Minimalismo
(terror a la página en negro)

Contigo de la mano, Poema,
es accidentado el camino hacia tus profundidades
donde pocos llegan a rastrear
la buena hierba.

Inicio la correría
arrancando palabras de tu parte lisiada
para mejorarte,
para sustentar la carencia de la vida.

Las manipulaciones infames no pueden
reducir tus Adentros.

Eres un perfecto cubo que se cierra
desde un lado,
por donde se entra a husmear tus médulas,
conductos transparentes,
sangre tocando tus sonidos.

Ese es el peregrinaje que fluye, Poema,
caminar por una línea como esta soga
donde me quiero colgar hasta la tumba,
donde te quiero trazar mínimamente,
donde te quito palabras sin que digas menos
y yo digo, menos aún;
porque las intenciones me desdicen,
porque siempre estorbo al ras de la nueva hierba,
mientras tú
creces y creces hasta tu nada.

Utopía del vuelo

En el bosque
y en otras atmósferas de ansia,
pero especialmente en el bosque,
el aleteo del ave se ha vuelto dócil
como una garúa naciente:
ella desciende sin gorjeos,
sin distinciones, como otra garúa del ser.

La sangre gotea sin el fulgor de las ofrendas
desde sus alas entorpecidas
y su voltereta máxima de muerte.

El aleteo del ave es necio
entre las ramas que sueltan latigazos,
entre los vientos
que matan el honor.

Luego, no se ve más a la redonda
que una simple estela imaginaria
y un pensamiento regresivo.

Nunca se sabe de dónde viene la bala
que la derriba,
que la reconstruye en el aire
como un poema difícil,
sólo entre agujeros clandestinos, un poeta
arregla la muerte
cuando la sangre de diferentes tiempos
señala predilectos condenados.

Autopacto
A Jano

Lo contrario de arreglármelas solo
es estar más solo
en el indudable cuerpo de un nombre propio.

El fracaso fue pactar cerrar los ojos,
llegar al cuerpo,
adherirme.

Ahora, para justificar mi marcha,
ausculto un remoto favor de ser de alguien
y una identidad me es permitida.

Tengo que buscarme en las preferencias ajenas,
en mis soledades restantes
para permanecer en algún lado

(en cualquier paz muy intentada)
con la ceguera de estar detenido,
con la visión de llamarme algo.



felix por favor solo poner en el blog el texto AGUA O TRANSFIGURACION DEL SONIDO de el poeta cronwel castilo cabrejos esto es para la entrada principal ke lo hagas ahora o ke salga mas mañana en el blog de poetas y la leyenda principal es -de SIGNOS O enKUENTROS POETAS DEL ASFALTO Y cronwel CASTILLO cABREJOS-----COMENTERARIOS DE UD DE ACUERDO A FOTOS Y EL POEMA MUESTRA agua---GRATIA Y AHI VAN LAS FOTOS PROFE--RESPONDER ---por ahi poner puyazo tambien estuvo es el kalato paul el bamba guillen




Poesía
Como hoja del aire,
deslízate aquí, Poesía,
entre tantos cuerpos mutilados de palabras,
entre formas y sonidos o cantos leves.
Destiérrame.
Busca en ti, el lugar lejano que soy yo;
porque sólo tú
eres en suma, variación:
hoja,
o aire entre las hojas.

Transfiguración
Para ser otro
me fijo la máscara de un hombre.
¿Qué podría decir ahora con esta máscara?
La distancia de mí hacia mí me hace ciego,
y en ti
nuestros ojos son distintos y multiplicados.
Sólo la sombra me estudia al anteponer un artificio al sol,
y lo distinto de los ojos
no está en sus raíces ni en sus formas…
No sólo lo cóncavo y lo sencillo determina lo perpetuo,
pero esta vez debo apoyarme en las palabras
-máscara concebida-
para descubrir qué otras voces recreadas discurren en mí.
Los ojos definitivos tienen una determinación de iluminados
y se ocultan en mí mismo. Todo silencian
menos su ausencia y las visiones.
Por eso, cuídate Sueño Prolongado,
pues si estoy aquí,
¿dónde más estaré ahora?
Tú eres la transferencia de todo esto.

Acecho
Tiempo,
el sonido rompe tu imagen
y mis manos se semejan a un espejo en la sombra.
Todo es posible,
nada se advierte siquiera a tu rumor indescifrable.
El espacio surge entre tus fauces
y mi grito se dispersa entre punto y punto
en una larga exploración de las cosas.
Tiempo,
lenta disposición de un vacío que me acecha,
caída de mis ojos
a lo desconocido del vacío y la búsqueda.
¿Cuál es tu estigma?,
¿Dónde seré yo tu camino, caminante inquebrantable?
¿Acaso eres el Poema,
eres flor o eres muerte,
desvío que restaura cada exploración de los relojes?
Suma de escenas, dime
si eres sentencia
o la clara sensación de un cuerpo
encerrado en un artificio colindante
a las palabras prometidas.

Anuncio
He ahí una mariposa.
¿Cómo se llama eso en una noche?...
Yo aún no lo sé,
pero si tratas de ignorarla,
sólo mírate
y escapa,
Ojo Absurdo.

Sucesión
En mí
hay otros que caminan hasta el final del día,
y toda escena diferente que originan
se parece a mí en lo insondable.
Frágil resonancia.
Después de toda puerta hay una puerta contenida,
y esta sucesión nos atormenta, nos obsesiona, nos hermetiza.
Tenaz lucha que no cabe en un espejo
(todo cabe pero nada se transporta).
Espaciosa orilla donde no me veo, ésta, la desconocida.
Pero todo nos incluye y soy otros igual que yo-mismo.
¿Qué otro en mí se podría mirar tanto como yo no?
Reflejo recurrente,
signo estancado,
imagen sublimada dentro de todas las preguntas,
me hallo, me invento, me ubico.
Entonces
¿Qué soy, o quiénes?

Resonancia
De tus manos a tus ojos
hay un ángulo que se cierra
presto a infiernizarte.
Dices que hay millones de puntos-luz
que te circundan,
pero sabes que eso es un conocimiento ingenuo.
Al mirarte,
yo no poseo diferente dimensión que la tuya,
porque en ese continuo juego de las escondidas
tampoco daré conmigo.
Nos negamos; es ineludible
aún cuando el cuadro se enmarque
con la mínima sensación de buscarnos, sin reconocernos.
Cabe la posibilidad de quitarnos las manos de encima,
cabe la posibilidad siquiera de envidriar nuestros ojos
por unos instantes, sin comprendernos.
Entonces somos el escape,
somos una fuga sin salida de emergencia.
El infierno no son los otros,
somos nosotros mismos
en busca de la última propagación del mal
que son nuestros sentidos.

El Poema
Por cada sueño que te habita
le nacen alas conocidas a mi vuelo.
Oh región desconocida y habitada de mi cuerpo,
todo sueño que prolongas es definitivo
y todo vuelo que me hace conjugarte
me lleva a tierras más lejanas que la tuya.
Tiene de condena tu origen terrenal o pedregoso.
Y yo que también soy ave,
tengo una jaula dentro de mí
-esperando por mí mismo-, aquí
en las entrañas.



nota felix el texto de cronwel esta en el link ke te he enviado al final del blog del grupo literario signos chekear bien otrosi decimos tambien aparece el artista beodo de plastico jorge galargarza jaime es kare borracho kamisa blanca --gratias

No hay comentarios:

Publicar un comentario