EN ESTA EXTENSA ENTREVISTA REALIZADA POR LA REVISTA "SIETE" EL KOMANDANTE RODOLFO YBARRA SE EXPLAYA SOBRE DIVERSOS TÓPICOS , COMO EL COMPROMISO DEL ARTISTA CONTRACULTURAL , CONSECUENCIA POLÍTICA ETC ETC.
ADEMÁS LA BANDA " CIRCO TERROR" DE CRUST OVER LIBERADA POR RODOLFO , EN LA GUITARRA Y EN EL BAJO COMBATIVO , CONTRA TODO ESTE SISTEMA DECADENTE , LA "CORONELA" YSELA EN LOS GRITOS , Y EL "PRIMO" MUJICA EN LA TANQUETA , VUELVE A ASALTAR EL RING DEL BAR ZELA ESTE VIERNES 6 DE JULIO DEL 2012 , HORA 8 PM .. ENTRADA LIBERADA , JUNTO A OTRAS BANDAS DE COMBATE EN EL EVENTO "50 STONE ... Y LAS PIEDRAS SIGUEN SIGUEN RODANDO " , JUNTO A "FLYING BRAINS" DEL POETA SALAMANQUINO "FRANCISCO LEÓN" , "ALCOHOLIKOS KALAVERIKOS" , "BEAT CATS" QUIENES VERSIONARAN TEMAS DE LOS STONE , "PSICHO ROOM " , EL DEBUT DE LA BANDA FEMENINA PUNK "LAS KAOTIKAS" , REPRESENTADAS POR SU MANAGGER JHONY LIMA GAMARRA , Y" HONGOS EN EL CEREBRO" , LIDERADO POR "FELIX MENDEZ" , "EL PRIMO " & LA PERFORMANCE EN EL TECLADO NOISE DE JHONY LIMA GAMARRA, NUEVO MIEMBRO DE LA JEFATURA DEL FANZINE DE CONTRACULTURA " POETAS DEL ASFALTO ".
odolfo Ybarra (Lima, 1969) se define a sí mismo como un polígrafo y un autodidacta, pues aparte de escribir poesía y narrativa, ha estudiado matemática pura, física, electrónica y comunicaciones. Él —llamado por sus más acérrimos seguidores “Comandante” y autoproclamado “Brazo Armado de la Poesía Peruana”— nos recibe en su colorido y, por momentos, extravagante departamento en Pueblo Libre. Mientras bebe con cadencia de una lata de cerveza, recuerda sus años juveniles: «en los 80, la movida musical alternativa no tenía cobertura, muchos medios los trataban como a vándalos. O sea, ”vándalos” era el término que se empleaba en los medios de comunicación para aludir a los rockeros marginales, o a la gente underground que escribía o que pintaba. No olvidemos, pues, que eran los tiempos de la violencia política y de la matanza en los penales. No ocurrió, como decían ellos, que la “movida” de esos tiempos promoviera la subversión, sino que era contracultural…»
—Anarquista también…
—Anarquista, anti-establishment, entonces había cierta, no sé si llamarla cercanía o coincidencia más bien, entonces por ahí se los estigmatizaba como vándalos y pro-terroristas. Además en una movida tan amplia había, sin lugar a dudas, también grupos que efectivamente eran radicales. Pero, en general, yo me sentí un compañero de viaje de algunas bandas porque sentía que reflejaban el descontento popular de aquellos años, de una sociedad que se desbarrancaba por culpa de unos políticos que no nos representaban. Ante un sistema aberrante nos quedaba sólo eso: la música ensordecedora para no escuchar nada, algo atronador para no sentir el otro ruido salvaje de lo que nos estaba llevando al barranco.
—Evasión musical.
—Era evasión, pero también asumir un compromiso. ¡Un compromiso de lucha! Me acuerdo de bandas emblemáticas como Narcosis… pero lamentablemente uno ve que algunos miembros del grupo terminaron siendo absorbidos por el sistema.
—¿Acaso no tienen derecho al cambio?
—Todos tienen derecho al cambio, pero no podemos plantear una línea de fuerza de acción y después negarla. Hay que ser consecuentes. Y, al final, los que a mí me importan son los que quedan en esta orilla de la contracultura: los escritores de Quilca, los que sacan fanzines en fotocopias, los Poetas del Asfalto, uno de ellos vive en el cerro El Pino. Por cierto, el cerro El Pino es un lugar considerado por la medicina limeña como un foco de TBC, un lugar multidrogoresistente, y ahí habita Richi Lakra.
—Justo Siete hizo un informe al respecto, pues lo mismo ocurre con el cerro San Cosme. Pero, ¿qué pasó con Humala que no se ocupa de estos asuntos?
—Votamos por Humala para evitar a Keiko Fujimori: no había otra opción. Al final la gente ya no le cree a nadie porque entran al poder candidatos que nunca cumplen con lo que prometen.
—Y al final, la derecha siempre gana.
—Lo que manda es el poder del dinero. En este país hay una dictadura del capital que no se ha roto, es un círculo vicioso.
—Si así estamos, entonces ¿en qué se sustenta tu compromiso?
—El artista, en primer lugar, tiene un compromiso con su propia obra: ¡tiene que producir! Nadie se puede hacer llamar «artista» si no pinta, si no escribe, si no hace esculturas, etcétera, ¿no? Producir y, desde luego, tener una visión crítica de la realidad. Yo escribo desde los diez años y oficialmente desde los 17 o 18 cuando publiqué mi primer libro. Y me he mantenido escribiendo a pesar de las coyunturas políticas, de las desazones, de la falta de empleo: hay que bregar. Escribo todos los días, pues, en mi caso, escribir es una necesidad biológica.
Esa costra sempiterna
Ybarra entiende que en el Perú hay una gran costra de escritores manejados por el establishment: se entrevistan entre ellos, se hacen reseñan entre ellos, se tiran floren entre ellos: «eso está claro», me asegura. Se da cabida en las grandes editoriales a los escritores que no son críticos del sistema. A las justas se filtran algunas voces disonantes… a los de la otra vereda nos quedan los medios alternativos, internet, las redes sociales hay que aprovecharlas al máximo.
—Y ¿qué esperas de Ollanta sabiendo que todavía le faltan cuatro años?
—No espero mucho, pues ya no va a poder dialogar con líderes a los cuales ha metido presos, a los cuales ha estigmatizado de seudo-terroristas, a los cuales los tiene como apestados y no les da la categoría de «dialogantes». No va a poder avanzar así, sólo le queda acercarse más a la derecha, fortalecer al ejército y a la policía. Es decir, acercarse al formato de Fujimori.
—¿Qué sientes que te falta por escribir?
—Un gran tratado. Una propuesta anarquista.
Ping Pong
—Iván Thays
—(Un largo silencio) Me reservo.
—Luis Alberto Sánchez
—Él dijo que los mismos presos de los penales se habían echado el fósforo líquido.
—Ribeyro
—Un gallinazo… ¡con plumas! En 1991, caminamos por el jirón de La Unión, él quería comer algo, pero estaba muy mal del estómago, con graves problemas de salud, a pesar de eso quería comer chinchulines. Eso me pareció extraordinario.
—Fernando De Szyszlo
—Gris. Su obra me transmite mucha frialdad.
—Nadine Heredia
—Es el Rasputín, el poder oculto. Lo que está claro es que va a postular en el 2016. Es más: luchará por la presidencia con Keiko Fujimori.
—Vladimiro Montesinos
—Personaje siniestro y me parece que sigue gobernando. Creo que tiene los hilos del poder todavía bien puestos…
—Abimael Guzmán
—Un profesor que entendió la realidad de una manera muy particular que lo llevó a desencadenar la violencia.
—Pero condenas el ejercicio de esa violencia…
—Yo condeno toda violencia gratuita. Yo no puedo aplaudir la muerte de un ser humano.
—Gastón Acurio
—«La cocina es un arma», ese floro que metió no se lo cree ni él mismo. Yo creo que el cucharón es un arma…
—PPK
—Es un embajador de los Estados Unidos, un embajador que le rinde cuentas al poder imperial.
—Vargas Llosa
Lo admiro bastante como escritor, pero como político es un fracaso. Lo admiro como novelista y lo desdeño como político.
—Uno en ese repudio al sistema en que vive, ¿no termina demasiado amargado?
—Sí, pero tienes que buscar tu catalizador, tu cable a tierra: por eso escribo.
—Tu catarsis.
—La música. Visito también muchas iglesias como la de los Hare Krishna.
—¿Qué es lo que más te jode del Perú?
—El conformismo. Eso se ve mucho en el fútbol: perdemos y la gente se siente bien. «¡Perdimos con hidalguía!», dicen. Alguna vez dije que este es un «país corral de chanchos» y quisiera rectificarme, pero no hay forma. No tenemos capacidad de respuesta, agachamos la cabeza como cuando Hurtado Miller nos dio el paquetazo y, en vez de salir a protestar como sí lo harían los argentinos, no hicimos nada. ¡No hay reacción!
—¿El Perú es un mendigo sentado en un banco de oro?
—Por ratos es un idiota, y yo asumo el activo y el pasivo de haber utilizado esa palabra. Porque no es posible que todos los gobiernos nos hagan lo mismo.
—¿Qué nuevas publicaciones preparas?
—Voy a sacar una novela que se llama Matagente, la primera novela gore escrita en este país. Y también una novela que se llama Secreto de Estado y aborda la violencia interna. Me he documentado bastante para escribirla.